«prosperos bienes: ahun que tanto entiendo que me pueden ser los dioses contrarios que males y penas presumo me scondan y solacios y deleytes en no offrecidos tiempos me vengan. Pues no menos dan los plazeres dolor en los tristes coraçones que en los muy alegres los desastrados casos y enoios lorosos. Quita te ya pues Pamphilo de mi vista y la muerte que no me diste dexa me la tomar: porque si los mis malditos oios»