«tan estrecha renunciasse. Mas mirado como no menor pena me daria la verguença de boluer me que el dolor de comportar la tan trauaiosa penitencia: por esta razon me detuue: en special que en respecto de aquella tan triste vida que yo dexe es muy piadosa la que tengo: a·la qual poniendo muy buen coraçon guarnido de suffrimiento me haze por mas seguro suffrir este dolor. Y passados algunos dias en ell ya como habituado»