«en·la ciudad del señor ende suenen continuamente los organos de·los sanctos. Los quales oluidadas del todo las tribulaciones e penas: e echados en oluido esso mismo los trabajos: e todas las miserias: gozan del plazer triunphante del parahiso. O quan leda: quan suaue e noblemente cantaran entonces: vt re mi fa sol. De esta misma ciudad fabla ahun el mismo Bernardo en·el libro de sus Meditaciones. O ciudad celestial»