«el arçebispado de aquella. Fue tan altamente y sancta encaminada en·la salida del mundo la real y esclareçida y noble alma que las postreras palabras con que su espiritu del mundo se despidio fueron las que dizen. Muestra te ser madre tome por ti el ruego el que por nosotros quiso ser tu fijo. Bien fueron palabras de rey cristianissimo y siempre muy deuoto de nuestra Señora: las vigilias de cuyos siete gozos toda su vida»