«que otra tal vida fallasse: que estando ocioso e folgando como tu me fartasse de viandas. Al qual dixo el perro: si tu quieres que ayas buena vida ven te comigo: e non ay cosa de que te deuas temer. E caminando el lobo con·el perro: vio el cuello d·el quebrantado e señalado de·la cadena: e dize le. Di me hermano que yugo trahes que te quebranta assi el cuello»