«en tus palabras no te fagas escarnio de ninguno amigo, nin enemigo; que escripto es, que non conviene de fazer escarnio de su amigo, que sy tu le fazes enojo, el sera mas ayna sañudo de ty, que de otro; e tu enemigo si tu le escarneçes, apareja·te de su batalla, que no es a ninguno que no le desplega, e amor es cosa mouible que se muda ayna,»