«la tuya recibo venida por solo ver te: y tu sin verguença tan amenguada y partida de ti me enbias. O sin ventura de mi y de tal passion te fuy yo merecedora: mira en el secreto de ti mismo tus faltas: y si como son feas las iuzgas tal auorrecimiento te puede venir que yo temo que con tus manos te mates. Pues mira quanto meior remedio que desesperado puedes tomar: que en ser»