«ose atreuer me a·lo que ningun principe cristiano fasta hoy ha enprendido a poner cerco a·la mas principal ciudad de Nauarra. Ya veys quan fuerte y cercada esta: que pareçe que quita el desseo de la osar acometer. Mas la esperança de·la poder conquistar. Mas a·los altos y tan nobles coraçones como los vuestros: que se les podra tener? Que se les ha de amparar? Si mirays quan pocos erades»