«que oys acamjnaua el nuestro dios entre el pontifical de aquellas gentes con riquezas y insturmentos tan luzidos que mas aucto de bodas que de muerte parescia, al qual despues todos los enamorados viuos le seguyan de tan grand fatiga aconpanyados que ellos cubiertos de xerga descalços y sogas çenydas capirotes de seda negra segund vsança de aquella tierra a las obsequyas grandes, y despues que todos llegados al lugar y edificio de Medea que ya oystes el Amor»