«dio fin a su razonar ambos fuemos al monasterio do Fiometa estaua: y yo me anticipe por le hazer saber su venida y asi le dixe. Tiempo ya es senyora que despidays las vsadas fatigas y de nueuo plazer acompanyat el coraçon trebaiado: pues que vuestro amante viene: y no muy lexos sta sperando licencia de·la entrada. Fiometa apenas me dexo assegurar la venida del que tanto desseaua quando ella del grande gozo turbada mouida»