«dize que mayor dapño es la perdicion de vna anima: que de mill cuerpos. Tan bien se prueua esto por sant Bernardo diziente: que todo este mundo corporal non se puede estimar tanto quanto es el precio de vna anima. Pues tanto es mas espantable e aborrescible la muerte de·la anima: quanto ella es mas noble e preciosa que el cuerpo. E assi como la anima sea de grand valor: e el diablo»