«de jnfinjtas angustias e fatigosos pensamientos era aquexada la desacompanyada senyora que asaz vezes su coraçon cubierto por sobrado dolor forçada de reposar por alcançar refrjgerjo. Mas la sperança del danyo le acreçentaua la fuerça por donde el camino s·acortaua. Y por mas seguredat suya a casa de vn cauallero delibero yr: y llegada ay con seguro serujdor por el amigo y enamorado enbiara: e vistos aquellos por ella con tan graçiosos abraços y besos fueron»