«suplicar al magnanimo y tan bienauenturado rey don Remiro que le pluguiesse de·los recebir por vassallos: y assi los recibio: començo entonce a surtir en efecto la bendicion que se dize que le dio la madrastra que siempre acreçentasse y fuesse de bien en mejor: siempre le fuessen tan leales los suyos quan leal y verdadero el fue a la reyna. Bendicion la llaman muchos mas yo por gran prophecia la tengo: porque vemos que»