«de·la creença. En·el euangelio de nuestra verdad las voluntades carnales viedan riquezas honores y semejantes: por el contrario les dio Mahoma toda la rienda libre y suelta que les predico pompas riquezas luxuria y comeres como virtuosos actos y buenos assi que tantos le han seguido. Nuestra ley sancta predica despues los gualardones no solo ahun ser inuisibles mas incomprehensibles a los mortales: como por aquello del apostol Paulo se manifiesta. El ojo no»