«de Siçilia don Fadrique tomara: y riendo se dixo al padre. Dad señor gracias a Dios porque tan nobles enemigos nuestro Señor nos ha dado que si fueran mucho amigos no podieran tanto amar nos ni de tanta nobleza vsar con nosotros como agora lo fazen: todos estos arreos joyeles y piedras de que vengo cargado todos me los dio el rey don Fadrique de Siçilia: no por cierto enemigo mas tan verdadero pariente y real debdo»