«que todos entrauan como a bodas: los moros de otra parte eran tantos tan grandes algunos d·ellos y de tantas coronas guarneçidos y arreados que todo lo tenian por suyo: acometieron tan desturbada y aquexadamente los moros: acudieron tan brauamente y furiosa los christianos que fue cosa de espanto: el oyr la vozeria y estruendo de·los vnos y ver el ferir y pelear de los otros. Mas en llegando el rey don Pedro:»