«trayan entre los pies la muerte. O ingenio de Carneades: o eloquencia de Demostenes: o rica pendola del Ciceron: que dixierades si tal vierades? Vencieron pues nuestros pages no digo a·los caualleros y varones mas varoniles: mas fasta los mismos padres sanctos de Roma. Vencieron los mas crudos ministros: los carniçeros mas espantosos y los emperadores mas terribles: las plaças mas saluages y fieras: y los campos mas desamparados de»