«principes mortales dexan de dar señal de alguna poquedad o flaqueza. Fue marauilla grande topar se dos grandes coraçones en autos tan diuersos y en virtudes tan apartadas tan conformes en nobleza y valer: que ni el vno del vencido ser se vencio mas fizo rostro mas de vencedor que vencido: ni el otro por ser tan vencedor y de rey tan poderoso y tan grande se desconoçio. Mas supo qualquier de·los principes assi dissimular y»