«de Dios y renunciado el mundo y sus vanidades encerro·se en vna sancta hermita donde siruio para siempre a nuestro Señor. Fasta los mismos ladrones oyeron tantos cantares en·el cielo al tiempo que la magestad asomaua que fueron vencidos de·la tanta presencia diuina: fueron tocados del fauor del misterio tan sancto: y tan vencidos de profunda contricion y dolor que vinieron de rodillas a adorar al redemptor de·los hombres y confessaron su maldad:»