«hierro con cerraduras mucho terribles donde fallamos vna cruel guarda que nos leuo drechos assi de hombres como de caualgaduras: lo qual pagado nos dexo entrar: y bien cuydamos hallar aposiento a poco rato empero fuemos por entre vnos adarbes muy altos en otras puertas de hierro muy fuertes las quales muchos moros guardauan: y ende queriendo por ellas entrar nos fueron cerradas: por tal manera que de ambas partes las altas paredes nos encerrauan y las»