«a merced del rey don Pedro: el qual fue tan de alto y real coraçon contra sus enemigos que de que vido que Dios fazia parte en su fecho puso tiento en su espada: y no quiso tomar la vengança como cauallero del campo: mas como piadoso cristiano: vso de la real clemencia y virtud que siempre los reyes de Aragon acostumbraron vsar: mando a·la postre a su gente que dexassen de vañar las espadas»