«fablar, responde de continente; en otra manera sea tu mano sobre tu boca, en tal manera, que tu no seas sobre tomado por viles palabras. Despues, guarda la fin de tus palabras, que puede venir que munchas cosas paresçen al comienço buenas e a la fin son malas; e faz qu·el comienço de tus palabras respondan a la fin, que en todo bien ay dobles males. Que dize Aristotiles,»