«la ysla de Abido de·la prouinçia de Greçia el qual pasando un braço de mar nadando no pudo romper las furiosas hondas y afogo. E un dalfin dexando·lo desnudo en·la tierra de su senyora: y ansy vinieron a·la fin mala de sus amores. La desonestidat de Mjrra, Canaçe, ni Blibis no me la podeys negar: y otros muchos que ofendiendo con amor son stados condenados: dando exemplo de si·mjsmos»