«todos que siempre lo de todos fuesse lo primero que todos procurassen. Tan contentos y marauillados quedaron todos juntos del tan santo y cumplido consejo que los sanctos hermanos les dieron que todos le abraçaron como a cosa de Dios venida: ni podieron presumir que saluo por Dios tan alta y segura forma de bien regir reuelada ser pudiesse: ca visto que no eran letrados: mas caualleros entre las armas criados y nascidos no podieron pensar que»