«la reyna se fina. El gran senescal que tan contrario le fuera andando vna noche por Napoles dio en poder de sus enemigos y fazen le pedaços. Marauillan se todos de tan grandes nouedades: parece que de Dios vengan todas estas: ca cerrar se los vientos y morir se tan a sazon todos los contrarios del rey no parecen sino fechos de Dios. Con todo el rey no se osa mouer que ya estaua cansado de»