«las vozes al cielo por la tanta y tan milagrosa victoria: y tan fuera de toda esperança obtenida: que no sabian ni podian ni asaz marauillar se ni tan llena y cumplidamente se alegrar como el caso requeria: vehian la mar quajada de nauios tan vencidos de Francia: la tierra de sepulturas de françeses: y rico todo el campo del fardage del artillaria de·las tiendas ropas y vestidos de·los enemigos: y tantos catiuos»