«y yo mirando la asi ella començo a llamar mi nombre con proposito de algo dezir me: sino por el grande estoruo de aquellos que la seguian: y yo senti que por fuerça sus palabras reuocaron: porque vieron estar a su desseado Pamphilo alli y en las offiensas se estendieron sus cruezas: y por no dar tanta pena a·los leyedores no quiero contar por extenso sus graues desauenturas: que tales tormentos obrauan en ella»