«el qual puede reparar con gozo los coraçones de·los tristes e dar vista a los ciegos. Estas palabras assi dichas: fue luego restituyda la vista al ciego e dada luz natural. E mirando arriba el ciego vio estar aquel mancebo adultero con su muger por lo qual llamo subitamente. O muger falsissima e muy engañosa: porque me cometes estos engaños e fraudes: como yo te tenga por casta e buena. Huay de»