«echo en·el ombro para leuar a·la cibdad querer si quiera para ayuda de·las expensas e gastos: e entrando en·la cibdad fue se para el mercado: donde se puso a vender el cuero. Los rapazes viendo como estaua aquel viejo con el cuero del asno ensangrentado e mojado a cuestas: segund su mala criança e costumbre que han de siempre fazer mas mal que bien: començaron de trabar de·la piel vnos por»