«cuerda al cuello, e dixo llorando agramente: toma a toda tu voluntat vengança de aquel que tanto te ha ofendido, e quando te seras vengado caualgaras sobre tu cauallo e andar·te has saluo e seguro. E veyendo Ypolit tanta humildat, besando·lo en la boca dixo: amigo mio muncho amado, paz sea entre ty e mi por vengança. E asy fue fecha la paz de aquestos dos varones, los quales se»