«que pongo dudo seas aquell mi Pamphilo que tanto a mis consuelos era amigo: ni creo que seas tu ni los diozes lo consientan: y que pense yo que Fortuna tan presto me lo haya troquado ahun que lo viesse claro apenas lo creheria: que mas dolor sentiria de tu mudança que de mi pena. No es possible que tu mi Pamphilo seas ni que ell a·mi tales cosas podiesse dezir: mas antes pienso que»