«a las gentes, hariades tan aborreciblemente biuir que en pensar·lo me aborrecen los amantes. Los que oy piensan todas las maneras de agradar si por mj no fuese no sabrian sino enoiar y los mas polidos que oy veys y de todas gracias conplidos tornarian renzillosos tristes groseros en su beuir y vestir, desabridos en el hablar, descorteses en su tratar, y los que no aman son medrosos couardes frios y simples, o quantos»