«a pintar·los no sabria, y los ricos vestidos aconpanyauan el vistoso parescer, las carceles donde el dios d·amor estaua eran vnos ricos palacios sobre la mar de donde cada dia veya venir sus valedores glorificando·se en ver·se tan grand señor puesto que preso en poder de sus enemigos pero alegre con la esperança de·la enmienda que d·ellos esperaua, en tanto que por la tierra y por la mar llegauan cada ora de»