«empero por esso tanto crecio de aquella hueste que sin temor passauan el rio a dar le batalla: y el entonce ahun que tenia mucho esfuerço no fallecia el gran peligro. La noche siguiente que las batallas ya se adreçaron desperto el angel al emperador y le mando mirar al cielo: el qual mirando vido vn señal de cruz relumbrante donde se demostrauan vnas letras de oro que le dezian. Con la virtud de aqueste señal seras»