«aya yo a descobrir el secreto. Basta ya, sepan las donas nos gloriamos no de bien amar en verdat, mas de tan enganyosamente tratar·las, que ni presentes les guardamos lealdat, nj absentes firmesa, nj verdat en cosa ninguna. Antes alabamos aquell que sin neguna amar de muchas se faze querer. E si de·las quexas de que nosotros abusamos pudiessen vsar licitamente las donas, no serian de creer las maldades que»