«que tomados de amor sus dulçes y amargosos bjenes continuamente sienten, y los que cautelosa y fictamente aman las penas que en·el jnfierno y purgatorio pasan: y la gloria y reposo que los abenturados bien por firmeza de verdadera amor para siempre em·parayso posseen. E si en·la disputa de·la razon y la voluntat: no demuestra la razon consentir a lo que la voluntat querrja: es forçado que consienta: que en su»