«en el secreto de vosotras la voluntad atorga lo que la boca niega. Pues mas fe daremos al secreto de l·alma que al fingido contradezir: sin duda es cierto que ningunos quieren ni se mueuen si non hallan adonde vuestra beldad y ademanes los embien: por do prueuo vosotras ser principio ahun que nosotros procuremos el fin: pues quien comiença merece. Concluyo que pues sin lo dezir lo fazeys mayor pena merece la obra vuestra»