«la tu boca, que non es bueno, ni de buen ome, que sea reportador de feas palabras. Salamon dize: el ome que es acostunbrado de dezir palabras d·escarnio, no se puede castigar de su vida; qu·el Apostol dize: vuestra palabra sea todos dias digna de sal de graçia, en tal manera, como vos sepays como conviene a cada vno responder. Despues guarda que no digas escuras palabras,»