«quales oyendo estas imperfectas y necias fablillas como turbados en la primera tenian por sacras leyes del cielo estas que damnauan siempre sus almas: y como stouiessen dados al trabajo de sus labranças con mucha pobreza despues gustassen la desmesurada vida en deleytes bueltos en comeres vinos viandas vestidos muy ricos hermosas mujeres vicios del cuerpo quantos querian oyendo hablar a Mahumeto de·las esperanças del parayso en tantos deleytes todos le siguieron y se confirmaron como bestiales en su»