«nos lisonjamos del estado sancto y aun somos ensoberuecidos de su altura y confiamos de su dignidad: quien ha pensado el dicho del canon que no el lugar no la dignidad ni avn la silla fazen el sancto empero la vida y buenos costumbres: e dende viene que por el estado ser muy crecido no tiene licencia para mas pecar: empero crece necessidad para mejor viuir. Ni tomen audacia los eclesiasticos por su dignidad en hazer delictos»