«suplico que non me mandes matar: ca soy cosa de poco valer e sin culpa: por quanto ni quiero ni puedo por la flaqueza del mi cuerpo a alguno fazer injuria: mas fablo aquellas cosas que a·la vida de·los mortales son muy prouechosas. Entonces el rey mouido de misericordia e marauillando se dixo a Ysopo. Non te do yo a·ti la vjda: mas la fortuna te la da: si alguna cosa»