«a virtud a bienauenturança. Pero maldiziente, comoquiere que estas e otras muchas singularidades en natural femenino sean conoscidas, confiesso que nj alabança nj ujtuperio a njngunas por naturaleza deuie ser dado, saluo por aquellos habitos que juzgando adquerimos, o por aquellas obras que praticando monstramos. E si tu que dezir bien no sabes en denuesto de·los femeniles costumbres, m·alegaras dichos de letrados, reportes d·estoriadores o praticas presentes, digo que»