«entre las yslas Natalia y Creta. Assi el otro dia siguiente con viento instable vagando por ende a cada parte las fustas fueron tan ayuntadas para que podimos hablar muy acerca. Empero despues a poco stado las auras o vientos dulces ya bueltos en vn rebatoso mar de fortuna tantos vinieron de torbellinos y nublos turbados que nadi scapo sobre las galeras sin baƱar de agua: y quando el sol poner se queria mucho mas crecio la gran»