«empero la noche que se allegaua y nuestro viento se confirmo sobramos aquella punta muy furiosa con tanta priessa que dentro vna hora fuemos adelante .xviij. millas. Entonce nacio tal alegria por nuestra flota que alabando a Dios y la virgen preciosa su madre hauia cantares y estrumentos con tantas trompetas que todo el mar era sonido: enĀ·esto la noche se nos allego para empacho de nuestro buen viento porque a mano yzquierda estaua el monte de Malea»