«el onbre que fabla, antes deue ver tres cosas en la su palabra: sy es yrado non deue fablar, nin quando es malenconioso. Caton dize: la yra enpacha la voluntat, que non puede ver la virtud. E avn deue pensar sy demasiada voluntad le faze fablar. Sant Agostin dize: como se turba el entendimiento se enpacha el ome, asy la superflua voluntad enpacha la voluntat aquello que quieres dezir. Tullio»