«el desierto bien asi aquellos enamorados si perdizes o faysanes querian que les supiesen los amores del gusto que pidian los hallauan. Era su vida tan dulce que por golosina deseauan gustar la amarga que abian dexado y en la vista del dios de amor cada vno de quyen amaua sentia la gloria que suelen los santos sentir en el çielo, y quando del demasiado plazer se hallauan enhadados tomauan vna enamorada tristeza, y bien asi como la»