«crimen tan fiero? En que flamas mereçen para siempre los tales arder en infierno? Pues la infamia espantosa el afeamiento mortal el peligro tan vergonçoso y manifiesto de ser publico vencidos en campo: quien lo puede asaz encareçer ni afear? Monta pues que defiende la causa saluo el mas esforçado y valiente cauallero que hay en la corte. Los infantes entonce espantados y corridos de tantas y tan justas razones no pudieron saluo vençer·se y confessaron»