«han alcançado las dignidades y poder mundano. Estas virtudes que por diuina misericordia si no son perdidas y muertas del todo es manifiesto que no las vemos assi heruientes como en los años dichos arriba. Entre los fieles que biuen y moran en aquellas partes vltramarinas mucho mas deuotos se hallaran que por nuestras tierras lo qual pareçe por experiencia segun los tormentos y vexaciones que por mantener la fe de Cristo çuffren y padeçen. A lo segundo»