«mucho en ellos pensando tanto sanos a ti y a·mi los conozco. Y si de mi tyenes quexa en dar te sperança de mi tornada y la fe rompida deues pensar segun en aquell tiempo era en nuestros coraçones afirmada el amor que si para siempre mi lengua te diera despedida no fuera posible que yo podiera beuir hasta acabar de·lo dezir: ny tu ouieras fuerça de sperar el fin de mi palabra: y no·menos»