«de aquella que te la embia rogando·te non fallen en·ti duresa nin carestia de fe mis piadosas et uerdaderas palabras. E·ya que mjs ruegos mesclados con lagrimas contrastando tu deliberada partida resister nunca pudieron quando fuyste in Africa donde por aspera et sanguinosa batalla uençiste et por armas sobraste al potente rey de Carthago et enfecionaste et enbriagaste todas las yslas de ynfiel sangre con alguna de la tuya. E de aqui uencida la terra et»